La cuatro veces campeona mundial de carreras de barriles de la Asociación de Rodeo Profesional Femenino (WPRA), Sherry Cervi, exhibe el Estándar del Oeste al vivir con integridad, dentro y fuera de la arena. Ella atribuye el éxito de su carrera al arduo trabajo y la dedicación que aprendió del estilo de vida de su familia.
Sus padres Mel y Wendy Potter, operan un rancho de caballos en Marana, Arizona, y un pantano de arándanos en Bancroft, Wisconsin. Ambas compitieron en el estimado Rodeo de las Finales Nacionales (NFR), su padre en cordaje de terneros y su madre en carreras de barriles, por lo que era natural que Sherry siguiera sus pasos con amor por la competencia.
La infancia de Sherry giró en torno a los caballos. Desde muy pequeña, supo que quería ser un corredor de barriles con el objetivo de calificar para la NFR, aunque sea una sola vez. Poco sabía esa joven en un caballo de palo el éxito que le esperaba a su arduo trabajo. Este impulso apasionado la llevó a calificar para el NFR 19 veces, ganar 3 títulos promedio de NFR, asegurar 4 títulos mundiales y una inducción al Museo Nacional de Vaqueras y al Salón de la Fama. Las ganancias de carrera de Sherry se disparan a más de $ 3 millones, convirtiéndola en la corredora de barriles mejor pagada en la WPRA.
"No importa cuánto dinero o cuántas hebillas haya ganado, sino qué tipo de persona soy fuera de la arena".
Sherry sabe que el camino del rodeo está lleno de adversidades y requiere humildad, pero recorre el circuito con un corazón agradecido junto a su esposo, el Campeón Mundial Heeler Cory Petska. Le encanta la adrenalina y la emoción en el aire en un rodeo y aprecia la comunidad que se encuentra en el circuito. A pesar de los altibajos naturales de la competencia, una actitud positiva mantiene a Sherry concentrada en lo que puede controlar y la mantiene en la silla de montar.
Sherry reconoce la importancia del respeto en la asociación que comparte con sus caballos. Si bien espera mucho de ellos, se mantiene en los mismos estándares. Sherry los respeta manteniendo las manos tranquilas, para que pueda mantenerse fuera de su camino. Ella desarrolla una sensación única con cada uno de sus caballos al dejar que le enseñen durante horas y horas en la silla de montar. Sherry también enfatiza la importancia de enseñar las señales de barril fuera del patrón, el entrenamiento cruzado fuera de la arena y escuchar a sus caballos en cada paso del camino.
Al final del día, Sherry entiende que ser una buena persona significa más que cualquier número de hebillas o cheques. Su organización sin fines de lucro, el Campeonato Juvenil Sherry Cervi, es su forma de retribuir a la industria occidental que ha sido tan buena con ella. La barril de carreras reconoce que los jóvenes son el futuro de la industria, por eso es muy importante para ella tener un impacto positivo en los jóvenes ciclistas.
Sherry ejemplifica el estilo de las vaqueras al caminar con determinación y humildad al más alto nivel en el rodeo y en la vida cotidiana. Sherry Cervi es el estándar de Occidente.
"Si hay un gran bache en el camino, sigue adelante".