La historia de 101 años de Jean Bufford
Jean Buford, una mujer extraordinaria de Haskell, Texas, cumplió 101 años en 2024. Ha vivido una vida rica en historia, resiliencia y un profundo afecto por su ciudad natal. Durante una conversación soleada por la tarde, sus ojos brillaron con recuerdos mientras recordaba con cariño el viaje de su vida.
Habiendo experimentado 10 décadas de vida, tiene recuerdos de los locos años 20, la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial y la Guerra de Vietnam. Creció jugando béisbol y fútbol y andando en bicicleta. "Creo que todo el mundo debería crecer en un pueblo pequeño", respondió Jean con una sonrisa nostálgica. "Todo el mundo conocía a todo el mundo. Era seguro".
Aunque tocada por los desafíos de la Gran Depresión, su infancia estuvo llena de alegrías sencillas. "Simplemente andaba en bicicleta y jugaba béisbol y fútbol. Tenía el bate de béisbol y la pelota de fútbol, así que los niños me hicieron jugar con ellos", recordó, retratando una época sin preocupaciones.
La familia de Jean tenía una florería y un vivero, donde ella pasaba sus días rodeada de flores. "Teníamos una floristería y un vivero en un invernadero. Las rosas eran mis favoritas", compartió, con su amor por las flores evidente en su voz.
La vida dio un giro serio para Jean durante la Segunda Guerra Mundial. Sirvió en el Navy WAVES (Mujeres Aceptadas para el Servicio Voluntario de Emergencia), un papel que describió como "auxiliar del ejército", un testimonio de su dedicación y resistencia ante la adversidad.
A pesar de los desafíos de la guerra, Jean encontró momentos de alegría y camaradería. "Éramos unos ocho los que trabajábamos en esta oficina de correos de WAVES. Tuvimos bastante entretenimiento", recordó, con los ojos brillando con recuerdos de risas en medio de la adversidad.
La vida de posguerra vio a Jean construir una familia y una carrera, siempre guiada por sus principios. "Obedezca las leyes, las leyes civiles y las leyes de Dios", aconsejó, compartiendo la sabiduría adquirida durante un siglo de vida.
Cuando nuestra conversación llegó a su fin, la fe inquebrantable y los valores familiares de Jean eran palpables. “Creo que el Señor me ha bendecido”, reflexionó, y su fe sirvió como un ancla firme en un mundo que cambiaba constantemente.
La historia de Jean Buford es un testimonio de la fuerza de los valores de los pueblos pequeños, los lazos de amistad forjados en las dificultades y el poder duradero de la fe y la familia. En sus palabras y recuerdos encontramos ecos de una época pasada y lecciones eternas para las generaciones venideras.
Como nunca antes había tenido botas de vaquero, el equipo de Justin le regaló sus propios Red Holland 10" Ropers.
Gracias, Jean Buford, por su servicio.